Un estudio encuentra 11 puntos en común en la cara de los individuos susceptibles de ser captados por organizaciones criminales.
La investigación desarrollada por los expertos en Comunicación No Verbal Científica, Rocío Payá y Javier Torregrosa, concluye que hay once puntos en común en el rostro de individuos susceptibles de ser captados por organizaciones criminales.
Tanto Payá como Torregrosa coinciden al señalar que los resultados de la muestra han sido sorprendentes, ya que se han encontrado hasta once puntos en común que demuestran por qué las personas con estos rostros pueden ser más influenciables a la hora de cometer un acto criminal y por qué son capaces de ejecutarlo. «Habría que añadir, además, que algunas de estas coincidencias pueden darse en muchos rostros, pero es inusual encontrar otras en su conjunto«, han explicado.
A día de hoy existen diversos estudios que verifican la existencia de coincidencias en los rasgos de delincuentes. Violadores, asesinos en serie, maltratadores, estafadores o atracadores… cada tipo de delincuente tiene algo en común. Sin embargo, no por sumar ciertos rasgos podríamos decir que alguien va a ser con seguridad un delincuente; esta afirmación sería falsa. Además de los rasgos del rostro, se deben dar otras circunstancias para que alguien se convierta en un criminal, en cuanto a valores, educación, amistades y situaciones concluyentes en la niñez.
En este sentido, cabe destacar que en este estudio se han encontrado muchas coincidencias entre la Psicología del Rostro de algunos asesinos en serie y reconocidos psicópatas y la de personas susceptibles de ser captadas por organizaciones criminales, tales como sectas, organizaciones terroristas, bandas organizadas, etc.
En esta ocasión, nos centraremos únicamente en explicar las coincidencias encontradas entre estos grupos con cierta disposición a ser captados por organizaciones criminales.
Las 11 coincidencias en el rostro de un psicópata
Antes de empezar con el análisis es importante dejar claro que hemos querido mantener el anonimato de los individuos analizados, por lo que las fotografías que se muestran en este artículo son diferentes de las analizadas en este estudio. Estas son meros ejemplos, que nos permiten observar únicamente la herramienta analizada.
1. Marco retraído
Comenzaremos con la coincidencia más destacable. Todos los individuos analizados, exceptuando uno, tienen el marco de la cara retraído. O, lo que es lo mismo, la cara fina y alargada. La retracción implica que la cara, vista de frente, se mete hacia adentro, que no intenta expandirse.
Cuando una persona cumple con esta característica, por lo general, implica una mayor susceptibilidad e hipersensibilidad al medio que le rodea. Son personas a las que todo les afecta más, y es posible que, en algunos casos, vean la vida de manera algo más negativa que el resto. En ocasiones, suelen centrarse en lo negativo y, si la vida les ha tratado mal, la manera de visionar sus experiencias pasadas es extremadamente negativa.
2. Retracción Lateral
La retracción lateral se origina con la inclinación de la cara de la persona. Es decir, si nos ponemos de perfil, observamos si la cara está inclinada, e intenta «ir hacia adelante», o, por el contrario, es más recta y/o achatada.
Como hemos dicho, esto sólo se puede ver de perfil.
En el estudio realizado, el 100% de los individuos analizados en la muestra contaban con esta característica.
El hecho de que presenten, en su mayoría, esta inclinación, quiere decir que son personas lanzadas, a las que no les hace falta pensar mucho las cosas antes de hacerlas.
3. Zona en expansión emocional
La gran mayoría de las personas se dejan llevar en su día a día por un motor de vida. El motor de vida es por lo nos movemos y actuamos, y, en gran medida, la zona en expansión nos marca este motor de vida. Es nuestra forma de procesar información, nuestras pasiones, lo que nos empuja actuar en la vida y a tomar decisiones. Las razones podrían ser intelectuales, emocionales o instintivas.
Aunque es cierto que hay personas con mucho equilibrio entre sus tres capas cerebrales y que podrían tener más de un motor de vida, existen, básicamente, personas que lo razonan todo y son más cognitivas, personas que se dejan llevar por las emociones, y personas que son más instintivas y terrenales.
Aunque intervienen otros elementos, para ver cuál es el motor de vida de una persona, en gran medida, tenemos que observar primero cuál es su zona en expansión (la zona más ancha de la cara), y si el receptor de esa zona (los receptores de la zona racional son los ojos, el receptor de la zona emocional es la nariz, y el receptor de la zona instintiva es la boca) acompaña a esta expansión, es decir, que no es muy pequeño o está cerrado/a.
Trazaremos una línea vertical en su cara, y así podremos saber con exactitud qué zona predomina, ya que esta será la que antes se acerque a la línea. Es decir, la zona más ancha de su cara, vista de frente.
- Si la zona más ancha de su cara es la zona de la frente, nos podrá indicar motivaciones racionales: datos, lógica e intelectualidad.
- En cambio, si la zona más ancha de su cara es la mandíbula o el mentón, nos podría indicar motivaciones materialistas.
- Por último, si la zona más ancha es la de los pómulos, unida al cerebro límbico-emocional, indica motivaciones emocionales.
En el caso de los sujetos analizados, de nuevo, el 100% son emocionales. Lo que quiere decir que aquello que sienten prima ante todo y podrían dejarse llevar por sus emociones. En todo caso, sus decisiones incluyen un componente emocional muy importante.
4. Retracción Lateronasal
Cuando entre el ojo y el pómulo no existe carne, y esa zona se encuentra plana y/o hundida, aparece la retracción lateronasal.
Esta característica en la cara de una persona determina que le cuesta expresar sus emociones más profundas, es decir, puede ser una persona muy emocional y expresiva, pero con la retracción lateronasal encontrará muy difícil reconocer sus verdaderas emociones a los demás.
Esto podría crear emociones reprimidas, que no paran de bullir en la mente de la persona, y que pueden acrecentar, entre otras, la timidez y otros efectos adversos emocionales reprimidos, como odio, ira y represión.
Esta característica se ha podido observar en todos los casos analizados, exceptuando uno, y únicamente se puede ver en fotografías de perfil o medio perfil de las personas.
Imagina cómo podría afectar esta característica a una persona con una niñez de abusos y una vida desestructurada…
5. Receptores dilatados (grandes)
Los receptores son el lugar por donde entran y salen la información, las emociones y los instintos primarios. Se trata de los ojos, la nariz y la boca, respectivamente.
Durante el estudio, se ha observado que, sobre todo, los receptores son grandes, dilatados. Esto implica que tienen un gran «grifo» para la entrada y salida de información, emociones e instintos más básicos.
6 y 7. La boca: carnosa y en retracción lateral (labios hacia fuera)
Observamos que todas las bocas analizadas en el estudio son carnosas, lo que significa que desean la comida, el sexo, la lucha…
También observamos que los labios van hacia adelante (retracción lateral), lo que nos conduce a deducir que, además de desearlo, lo buscan por sí solos y no esperan a que nadie se lo dé: si tienen el deseo de luchar por algo, lo llevarán a cabo.
Si esta característica la sumamos a que son retraídos laterales, podemos ver una gran impulsividad.
8 y 9. La nariz: aletas vibrantes y escotadura nasal
Las aletas vibrantes se pueden observar cuando los extremos laterales de la nariz se encuentran abiertos. Esto implica que el sujeto siente las emociones, que «vibran» en él. Son narices anchas en su extremo inferior.
Por otro lado, la escotadura nasal se caracteriza por los agujeros abiertos y expuestos de la nariz, los cuales podemos ver de frente con facilidad. Esto significa la entrada de un gran caudal de emociones.
Así pues, si unimos ambas características, nos encontramos con una persona que, además de sentir las emociones, deja que entren con facilidad.
10. Ojos en retracción frontal
Los últimos receptores de los que hablaremos son los ojos, que, además de ser grandes, lo que implica observación, se encuentran en retracción frontal, dentro de las cuencas de los ojos. Al observar un ojo de perfil, si este se encuentra hundido más allá de las cejas, encontraremos esta característica.
Esto demuestra que la persona está centrada en su mundo y sus pensamientos, con ideas muy propias, y que le cuesta entender opiniones diferentes de terceras personas.
Distinto caso es el de personas caprichosas, violadores y dependientes de ciertas sustancias: esta característica (ojos hundidos) no es la habitual, sino todo lo contrario, pues sus ojos se presentan en muchas ocasiones como globulosos.
11. Síntomas de estrés emocional
Por último, destacamos los evidentes síntomas de tristeza, depresión o estrés emocional en muchos de los sujetos analizados.
Esto lo podemos observar en que la mayoría presentan su ojo izquierdo más cerrado que el derecho, por lo que no estaban pasando por un buen momento emocional.
Conclusiones generales sobre el estudio del rostro de un criminal
Ahora que ya tenemos los ítems más destacados en los perfiles de individuos susceptibles de ser captados por organizaciones criminales, vamos a unirlos para hacer un retrato tanto psicológico como Morfológico, con todos los elementos analizados.
Debemos unir los puntos más llamativos. Son personas emocionales, puesto que su zona expansiva y dominante es esa, pero además sienten mucho las emociones y las dejan pasar con fluidez y gran caudal.
Por otro lado, su retracción lateronasal implica que no puedan expresar aquellos sentimientos que bullen por dentro. Ese gran caudal de emociones que reciben constantemente no se expresa correctamente; por ello, son personas posiblemente con problemas y represiones emocionales. En personas con vidas desestructuradas, los sentimientos almacenados durante años podrían salir en contra del mundo y las normas establecidas.
Además, el hecho de que sean retraídos implica que son hipersensibles.
Unamos cabos, pues: seres emocionales, con problemas para expresar esas emociones, que continuamente sienten, y con una delicada forma de encajar los comentarios de los demás, desconfiados. De momento, tenemos a una persona con conflictos interiores y, por lo tanto, vulnerable y fácilmente manejable.
Pero también les cuesta empatizar con terceras personas que no compartan sus ideales, que no apoyen los credenciales que a ellos les rodean. Y esto les hace todavía más conflictivos con el resto del mundo, ya que su hipersensibilidad y su afán por llevarlo todo al lado de las emociones, sumadas a una carencia de empatía, los puede convertir en fanáticos.
Asimismo, el hecho de que sean retraídos laterales, que de perfil se les vea la cara inclinada hacia adelante, implica que son personas impulsivas. Y estos impulsos les conducen a hacer cosas sin apenas pensar en el resto de consecuencias.
Si unimos la complicada estabilidad emocional, con la carencia de empatía hacia personas que no compartan sus opiniones, y la impulsividad, con su boca carnosa y hacia adelante, encontramos personas que luchan hasta el final por aquello en lo que creen, y en contra de aquello que consideran que les ataca, ya que son emocionalmente muy vulnerables.
Finalmente, el estrés emocional en sus ojos indica que no se encuentran bien anímicamente, lo que añade todavía más presión a esta olla exprés.
Ahora bien, antes de crear alarma sin motivo, debemos tener en cuenta que la Morfopsicología explica los instintos más básicos de cada persona, pero, dependiendo del contexto en el que se desenvuelva, lo hará hacia una vertiente positiva o negativa.
Formación en Comunicación No Verbal Científica
Este estudio ha sido llevado a cabo por expertos en Comunicación No Verbal Científica: Javier Torregrosa y Rocío Payá.
Ambos son formadores del Máster en Comunicación No Verbal Científica, en el que se imparten materias como Psicología del rostro, Sinergología o Neurociencia, y que te prepara para mejorar tus capacidades de liderazgo, comunicación y negociación.