La boca es el espejo de la emoción, porque desvela cómo nos sentimos.

Nuestro director Javier Torregrosa nos cuenta cómo hemos dejado de percibir expresiones por el uso de la mascarilla.

El periodista, Ángel Nieto, ha entrevistado a Javier Torregrosa para La Razón.

En esta ocasión Nieto ha querido hacer balance de cómo se han perdido nuestras emociones bajo la mascarilla durante la pandemia. Sobre todo, ahora que parece que el fin de su uso está cercano.

Para este estudio, Nieto ha propuesto a Torregrosa analizar a José Antonio Bustamante, militar de 35 años, que reconoce que ha notado que a veces cuesta expresar lo que quieres cuando tienes puesta la mascarilla. Por ejemplo, en una conversación con amigos, ha tenido que esforzarse en utilizar más la mirada o cambiar el tono o volumen de la voz para que comprendan la intención del mensaje. Asimismo, piensa que nos ha quitado naturalidad y espontaneidad.

En la entrevista para LA RAZON, Torregrosa le ha contado al periodista que «El 60% de la información en la lectura de emociones microexpresiones está en la boca, por lo que es la parte más rica de nuestro rostro (el cual está compuesto por 44 músculos) en cuanto a información y, por ende, lo que hemos perdido con el uso de la mascarilla. El 40% restante los muestran las cejas y los ojos».

Para realizar el análisis nuestro director se ha centrado en la rama norteamericana de la comunicación no verbal, la lectura de las microexpresiones, basadas en las investigaciones del Doctor Paul Ekman, colaborador del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, el FBI y la CIA.

Puedes leer el artículo completo en este enlace.

*El artículo está escrito por Ángel Nieto y se ha publicado en La Razón.

Compartir:

Publicaciones recientes